El aborto con medicamentos es una opción segura y efectiva para interrumpir un embarazo temprano, generalmente hasta las primeras 10 semanas de embarazo. Los medicamentos utilizados en el aborto con medicamentos, mifepristona y misoprostol, son considerados seguros y han sido ampliamente estudiados.
El proceso del aborto con medicamentos se lleva a cabo bajo la supervisión de un profesional de la salud, en un entorno seguro y controlado. En la primera etapa, se administra mifepristona, un medicamento que interrumpe el embarazo al detener la producción de progesterona, una hormona necesaria para continuar el embarazo. Esto provoca un debilitamiento y rompimiento del revestimiento del útero, lo que permite la expulsión del embrión.
En la segunda etapa, se administra misoprostol, otro medicamento que ayuda a expulsar el embrión del útero mediante contracciones. Esto suele ocurrir entre 24 y 48 horas después de haber tomado la mifepristona.
Es importante destacar que el aborto con medicamentos solo es efectivo en las primeras etapas del embarazo, y no es recomendado para embarazos avanzados. Es importante que una persona hable con un profesional de la salud antes de tomar cualquier decisión sobre el aborto, para que puedan evaluar su situación y recomendar la opción más adecuada.
Después del procedimiento, es esencial tener un seguimiento con un profesional de salud, para asegurar que la recuperación sea completa y no existan complicaciones. Además, es importante recibir información precisa sobre los posibles efectos secundarios, como dolor abdominal, sangrado, náuseas, entre otros y en caso de presentar alguno, es necesario consultar a un profesional de salud.
Dra. Catalina Botero L.
Ginecóloga